UNA PAREJA DE TRES
Por Arantza Villanueva
Las personas que amamos a los animales y tenemos la suerte de compartir nuestras vidas con ellos, sabemos lo que ellos significan en nuestro día a día. Por eso, después de leer mucho sobre educación canina, adiestramiento, razas y demás, empecé a leer novelas y ver películas relacionadas con los animales
En esta sección mi objetivo no es hacer críticas de cine ni literarias. Únicamente, quiero recomendar los libros y pelis que me han provocado algún tipo de sensación, que me han conmovido o que me han hecho reflexionar.
En esta ocasión, os hablaré sobre “Una pareja de tres”. Una película del 2008 protagonizada por Jennifer Aniston y Owen Wilson y basada en la novela autobiográfica “Marley y yo” (que no he leído pero tengo entre mis pendientes)
Cuando me hablaron sobre ella, yo era un poco reticente ya que no me van mucho las comedias románticas. Sin embargo, me animé y no me arrepentí ya que me resultó entretenida e ingeniosa
Comienza con la boda de los protagonistas Jenny y John. Dos jóvenes que lo tienen todo, una casita en la playa, buenos trabajos, muchos sueños que cumplir y toda la vida por delante. Por recomendación de su mejor amigo, John el protagonista, decide regalar un cachorrito a Jenny, para postergar la llegada de un posible bebé.
Estaréis de acuerdo conmigo en que fue un error, ya que la llegada de un perro conlleva también muchísima responsabilidad y tiene que estar consensuado por todos los miembros de la familia. Aún así, los protagonistas se acercan a un criadero de perros y compran un cachorrito de labrador. Este es el segundo error que comete la pareja, ya que el cachorro es adorable pero no tienen en cuenta si el carácter de esa raza se va a adaptar a la forma de vida que llevan ellos o que quieren llevar en un futuro. No es una decisión meditada. Además, recordad: “antes de comprar, piensa en adoptar =)
A pesar de ésto, eligen a un adorable perrito que llaman Marley. La pareja hace todo lo que no hay que hacer, le miman en exceso, le permiten todo, no le educan y, claro, cuando llega a edad adulta el perro sigue siendo un cachorro pero de 45 kilos. Esta es la parte más divertida del film. Se producen muchas escenas muy graciosas que más de uno habrá vivido con sus perros y con las que os vais a reír un montón. Hasta acuden a una adiestradora (Kathleen Turner) que tampoco puede con Marley y acaba expulsándolos de la manada
Más adelante, la familia crece. Tras varios intentos fallidos por tener un bebé, acaban teniendo tres niños. Aquí es cuando empiezan los problemas y el trabajo mal hecho con Marley les pasa factura. Tanto, que incluso se llegan a plantear abandonarle. Pero Marley es ya parte de la familia y no pueden hacerlo
Este film nos habla, entre otras cosas, del vínculo que se crea entre las personas y los perros. De la responsabilidad que conlleva el elegir vivir con ellos y que sean uno más de la familia. De los buenos y malos momentos que nos hacen vivir. Pero sobre todo, nos habla de lo que se les quiere. Como a un hijo o como a un hermano
Habla de cómo, a veces, llegan a nuestras vidas por casualidad o por un motivo incorrecto, pero inmediatamente se cuelan en nuestros corazones y pasan a ser uno más
Habla de su amor incondicional. De que ellos no nos cuestionan. Da igual que seamos ricos o pobres, jóvenes o ancianos, feos o guapos. Da igual tengamos un mal día, que les regañemos, que riamos o que lloremos. Ellos están siempre allí, con nosotros, haciendo nuestras vidas más felices
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