Si buscas una escapada corta pero cargada de belleza natural, la Ruta del Gran Meandro desde Pinilla de Fermoselle es una opción perfecta. Situada en el Parque Natural de los Arribes del Duero, esta sencilla caminata de 2.66 kilómetros (ida y vuelta) te llevará a uno de los rincones más impresionantes de Zamora.
Un Paseo Hacia la Belleza Natural
La ruta del Gran Meandro del Duero comienza en el pequeño pueblo de Pinilla de Fermoselle.
Aparcamos el coche en la plaza junto a la iglesia de Nuestra Señora del Carrasco. En este punto, comienza la etapa 31 del GR14 y nuestro recorrido discurre por este sendero bien señalizado y en buen estado
A medida que avanzas por el camino, te adentrarás en un paisaje de gran serenidad, con el Duero serpenteando entre los profundos valles y acantilados que caracterizan esta región.
En menos de un kilómetro y medio, te encontrarás en un punto alto junto a unas rocas de granito y verás un pequeño camino que desciende hasta el mirador.
Este es el punto culminante de la ruta, sin duda, el Gran Meandro del Duero. Un impresionante giro cerrado que el río Duero describe en su curso. Desde este punto, las vistas son simplemente espectaculares. Los acantilados de granito y cuarzo y la tranquilidad del río forman un cuadro natural que te invita a detenerte, respirar profundamente y disfrutar del entorno.
La Ruta en Detalle
El recorrido de ida y vuelta es sencillo y apto para todos los niveles. Aunque la distancia es corta, es recomendable llevar calzado cómodo, ya que el terreno puede ser irregular en algunos tramos. La ruta es ideal para quienes desean disfrutar de una caminata ligera mientras descubren la flora y fauna local, como los majestuosos buitres leonados que suelen sobrevolar la zona.
Ruta con Perros
Esta ruta es también una excelente opción si deseas disfrutarla en compañía de tu perro. El entorno natural y el sendero bien definido hacen que el paseo sea agradable para ellos. Sin embargo, dado que parte del recorrido se realiza a lo largo de un cañón con acantilados, es recomendable llevar a los perros atados para garantizar su seguridad y la tranquilidad de todos los excursionistas.
Consejos para tu Visita
- Cuándo ir: Aunque esta ruta se puede disfrutar en cualquier época del año, la primavera y el otoño son especialmente recomendables por las temperaturas agradables y los colores vibrantes del paisaje. No te olvides llevar agua aunque el recorrido sea corto.
- Cómo llegar: Pinilla de Fermoselle es accesible en coche desde Zamora (menos de una hora) o Salamanca, y cuenta con buen aparcamiento para dejar el vehículo mientras haces la caminata.
- Qué llevar: Además de agua y calzado adecuado, no olvides tu cámara o móvil para capturar las impresionantes vistas desde el Gran Meandro.
Un Día Redondo en los Arribes del Duero
La Ruta del Gran Meandro desde Pinilla de Fermoselle es una joya escondida en los Arribes del Duero, ideal para aquellos que buscan una caminata breve pero llena de belleza natural. Es una oportunidad perfecta para desconectar, respirar aire puro y disfrutar de un paisaje único en su clase.
Si te apetece una pequeña aventura que te conecte con la naturaleza en estado puro, este paseo es justo lo que necesitas. ¡No te lo pierdas!
Como la ruta es corta, puedes aprovechar para conocer el famoso y bello pueblo de Fermoselle. Nosotros, dedicamos un buen rato a perdernos por sus estrechas callejuelas y descubrir sus bellos miradores.
Explora Fermoselle y sus Encantadores Rincones
Después de disfrutar de la Ruta del Gran Meandro, el día no estaría completo sin una visita a Fermoselle, un pintoresco pueblo con un encanto especial. A solo unos minutos en coche desde Pinilla de Fermoselle, Fermoselle es conocido como “el balcón de los Arribes”, y un paseo por sus calles empedradas te transportará a otra época.
Un Paseo por el Casco Histórico y sus Miradores
Recorre el casco histórico de Fermoselle, donde podrás admirar las tradicionales casas de piedra, muchas de ellas adornadas con flores que añaden un toque de color a la arquitectura rústica. No te pierdas la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, un ejemplo del patrimonio cultural de la zona.
Además, Fermoselle cuenta con varios miradores que ofrecen vistas espectaculares del Parque Natural de los Arribes del Duero. El Mirador de El Torojón y el Mirador del Castillo son los más conocidos y te regalarán una panorámicas impresionantes del entorno, con el Duero serpenteando entre los acantilados. También merece la pena acercarse al Mirador de Las Escaleras, desde donde podrás contemplar las viñas que se extienden por las laderas, mostrando la tradición vinícola de la región.
Fermoselle: El Pueblo de las Mil Bodegas y la Tradición Vitivinícola
Fermoselle es famoso no solo por su belleza natural, sino también por su rica tradición vitivinícola, que se remonta a siglos atrás. Conocido como “el pueblo de las mil bodegas”, este sobrenombre se debe a la increíble cantidad de bodegas subterráneas que se encuentran bajo sus calles. Estas bodegas, excavadas en la roca, han sido utilizadas durante generaciones para la elaboración y conservación del vino, aprovechando las condiciones ideales de temperatura y humedad que ofrece el subsuelo.
Los vinos de Fermoselle son parte del legado de la Denominación de Origen Arribes, que abarca una variedad de tintos, blancos y rosados, todos ellos con un carácter único, influenciado por el clima y la tierra de la región. Pasear por Fermoselle es sumergirse en una historia vitivinícola profunda, donde cada calle y cada rincón del pueblo cuenta con una bodega que es testigo de la pasión por el vino que define a esta comunidad.
Una Deliciosa Comida en el Restaurante España
Después de explorar Fermoselle, nada mejor que reponer fuerzas con una comida típica en alguno de sus famosos restaurantes.
Nosotros escogimos el Restaurante España. Este acogedor restaurante es conocido por ofrecer lo mejor de la gastronomía local, y aquí podrás degustar varios de los platos más emblemáticos de la zona.
Para compartir, unos deliciosos champis a la plancha, ligeros y muy sabrosos. Y nos decidimos por las verdinas, unas alubias pequeñas y suaves, cocinadas con esmero para resaltar su sabor delicado. Como plato principal, probamos el Bacalao a la Tranca, una receta tradicional de bacalao al horno, acompañado de una rica salsa de pimientos y ajo que le da un toque especial. Todo espectacular y regado con un buen vino de la zona: Romanorum
Un Dulce Final: Los Periquillos
Para finalizar esta experiencia gastronómica, nos obsequiaron con unos periquillos, un dulce típico de la zona. Estos pequeños bizcochos crujientes y azucarados son el broche de oro perfecto para un día redondo, combinando la esencia de Fermoselle en cada bocado.
La verdad que estos periquillos me recordaron mucho a las rosquillas que hacía mi madre. Con la masa bien trabajada y el aceite muy caliente, quedan muy crujientes por fuera y esponjosos por dentro.
Volvería a este lugar solo por volver a degustarlos
El Cierre de una Experiencia Auténtica
Para poner el broche de oro a este día tan especial, no podíamos irnos de Fermoselle sin llevarnos un pedacito de su tradición a casa. Antes de despedirnos, hicimos una parada en una de las panaderías locales para comprar pan recién horneado. Este pan, elaborado de manera artesanal, es el complemento perfecto para recordar los sabores y la esencia de esta tierra durante unos días más. Con el aroma del pan aún fresco y el recuerdo de las vistas y los sabores vividos, nos despedimos de Fermoselle con la promesa de regresar pronto.
¡Hasta la próxima aventura!
Track de la Ruta Gran Meandro del Duero
Enlace al track en Wikiloc : Track Gran Meandro
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